11 de junio de 2015

Si son peces, eso, no se llama amor.

Si se me hubiera ocurrido inventar una "silla de ruedas" a mi pez  que tenía problemas para flotar,(como una que ví en You tube recientemente .¡Que pena que en los 90 no teníamos mucho acceso a internet!) nunca hubiera observado lo que voy a contarles hoy.
A veces la falta de genialidad tiene su recompensa.

Mi marido y los niños llegaron del supermercado emocionadísimos.
-¡Mami mirá lo que compramos!
Me puse pálida al verlos con una bolsita  llena de pecesitos (Caraccius auratus)....Uno negro, otro manchadito de naranja,otro....ya ni me acuerdo, eran cuatro en total.

CCO
Lo que sí me acuerdo es cuánto me enojé con el mayor de mis hombres.
-¡¿Cómo se te ocurrió traer así  a los peces?!¡Criarlos no es fácil! Y hay que estabilizar el agua de la pecera, no los podés largar así no más. Refunfuñaba mientras acomodaba las compras.
-Machi , compré todo: la pecera, las piedritas, el aireador, el anticloro...las escamitas para que coman.
-Pero te dijeron ¿cómo cuidarlos?...¡Si comen mucho explotan!- dije- haciendo ver mi ignorancia en el tema. Todo lo que sabía de peces era cómo le funcionaba la vejiga natatoria y que algunos tienen adaptaciones para vivir en el mar y otros en los ríos....Pero de manejo nada.

Hasta ese momento todos los "peces" de mi vida habían sido "pescados".

-Sí, el empleado del supermercado ( que vende peces como si vendiera salchichas ,-al menos en Argentina todo da igual-) me dijo que lavara las piedritas , que pusiéramos el  anticloro al agua y ....

Pobres animalitos.
Se suponía que eran de agua fría, pero unos, no soportaron la temperatura ambiente de mi casa.Y los que llegaron a disfrutar del calefactor eléctrico , se contagiaron hongos y terminaron con un inútil tratamiento de azul de metileno ...Un horror.
Mi desesperación era total.Odiaba ver morir a esos seres, y el asesoramiento que conseguíamos era casi nulo.
Pero lo más penoso era ver los ojitos de mis niños, esperando que los mayores pudieran curarlos.

Creo que fue la primera vez que nos percibieron imperfectos:Papá y mamá no saben todo. 
Y fue su primera experiencia con la muerte. Ya no podemos jugar más con ellos, se van al cielo...el entierro. Palabras y acciones que no calman el dolor y la culpa.

¡No son juguetes! ¡No son adornos! ¿ Cómo hacérselo entender a mi marido?

Antes de que me diera cuenta, ya les había comprado una pareja de peces nueva. Ay!

(A pesar de la aceptación racional de la teoría de la evolución, persiste en nuestras costumbres la noción de que los animales fueron creados para acompañar a Adan, y que éste es amo y señor de las fieras -lamentablemente en muchos casos, también vale para las mujeres, esas "costillitas"- Con eso justificamos criar a un animal sólo para que nos haga compañía, condenándolos a vivir aislados de otros miembros de su especie y en condiciones antinaturales ,o la caza y la pesca deportiva o los circos,ya los animales están para servirnos y divertirnos.)

Bueno al menos ahora tenía un poco más de experiencia.
Lo malo era que eran macho y hembra...y de reproducción no sabía nada. Recordaba que un amigo de la adolescencia separaba al macho cuando había alevinos (crias recién nacida de los peces) porque sino los comía....Pero no podía preguntarle ya que hacía tiempo que habíamos perdido contacto.

Sin embargo la vida no me dio la oportunidad de aprender experimentando.
Porque la hembra se enfermó .
Y así empezó, otra vez, nuestro peregrinar entre veterinarios y acuarios.
La hembra nadaba chueca, de lado. Al principio podía subir y bajar y se las ingeniaba para comer.
El macho la  empujaba. Pensé que era agresión, pero no la lastimaba.¡Qué equivocada que estaba!

Uno de los diagnósticos fue constipación y el tratamiento sugerido hacerle un enema al pez. Sí, un enema!!!! A un pececito de unos 6 cm., resbaloso.
Junté coraje, puse al pez en una bandeja con un poquito de agua y con una jeringa sin aguja le inyecté un poco de vaselina por el ano.
Me sentía ridícula haciendo eso, pero pronto noté la gravedad del asunto.
Flash, el macho , que había quedado en la pecera, se mantuvo inmóvil en la esquina más cercana a nosotros, mirándome fijo.Sentía su preocupación y la energía de su mirada. No se movió, no aleteó. Estuvo inmóvil durante esos minutos en los que yo tenía a su compañera entre mis manos.

La percepción que tenía de los peces  cambió rotundamente.

Finalmente cuando la devuelvo a su pecera, él se acercó le dio unos golpecitos y volvió a nadar con naturalidad.

La hembra seguía empeorando, hasta que quedó de lado en el fondo de la pecera ( Allí hubiera sido buena la silla de ruedas: un flotador en el que se pone al pez y que lo mantiene a la mitad de la profundidad.)
Noté que se ponía cerca del aireador, por lo que controlábamos que la manguera por la que salían las burbujitas de aire quedara bien abajo.
Al principio para alimentarla, yo la ayudaba sosteniéndola  para que comiera las escamitas de alimento que flotaban en la superficie.
Un día me dí cuenta que ya no me tenía que ocupar más de ayudarla.
Al espolvorear el alimento, veo que Flash, va hasta el fondo de la pecera, y empuja a la hembra desde abajo y contra el vidrio, de forma tal que alcanzara la superficie y se alimentara. Una vez que se aseguró que la hembra comió, la dejó caer y se alimentó él.
No fue un hecho aislado, Flash asistió a su pareja cada día.

Cuando nos mudamos, de  Mendoza a Bahía Blanca,  los peces nos acompañaron los 1100 km, en un tupper bajo el cuidado de mis hijos para que el agua no se volcara.
(También vinieron el perro -Fax-y un conejo-Toby-..En casa las mudanzas no son una escusa para abandonar a las mascotas.)

Para las fiestas viajamos a ver a mis suegros, y le dejamos la pecera a una amiga , que de puro gaucha me sacó del apuro. Si tenés perros hay guarderías para dejarlos pero con otras mascotas es un problema ¡No hay guarderías de peces!
Mi amiga tuvo que salir de su casa por unas horas, la manguera del aireador se resbalo y se salió del agua.La pecesita  murió asfixiada, no llegó a la superficie a tomar aire.
Mi amiga casi se muere, pero no fue su culpa. La chuequita vivió como tres años y Flash otro año más

Mientras estuvo solo, Flash aprendió a jugar con nosotros y nadaba entre nuestros dedos. Y nos seguía cuando pasábamos a su lado.
Y si no nos acordábamos de alimentarlo, golpeaba el calefactor contra el vidrio para llamar nuestra atención con el ruido.
Una vuelta hasta llegó a escupir un chorro de agua hacia mi marido, que estaba listo para irse a trabajar, con muy buena puntería...tuvo que cambiarse la camisa y la corbata.

Flash demostró ser un amigo incondicional.
Esa dedicación para un biólogo es altruismo: cuando un individuo ayuda a otro aún a expensas de su propia supervivencia.
Flash daba prioridad a su amiga, no competía con ella , no la dejó morir de hambre. Puso su energía a su servicio.

Mi madre hizo lo mismo con mi padre. Papá también, un día, se puso chueco  y fue empeorando con el correr del tiempo, hasta  que no caminó  más y quedó postrado en una cama. En su último año casi no podía mover ninguna parte de su cuerpo. Papi tenía Parkinson. Mami no lo abandonó en un geriátrico, estuvo a su lado y a su servicio hasta que él murió, vivió para él durante todos esos años.

Claro mi mamá es humana y lo amaba profundamente ( aun hoy lo ama) eso explica su comportamiento, su entrega.

Pero Flash, Flash era un pez ...

Y por Dios Machi ....¡En los peces no podés hablar de amor!


CCO




 Ya no tengo peceras, ni conejos. 
 Si quiero ver animales, paseo por el campo, por los arroyos y me sumerjo en el mar.
 Ahora sí, tengo un millón de amigos.








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2 comentarios :

Unknown dijo...

Me conmovió mucho esta historia. Si la narradora es fiel a los hechos, y tengo que pensar que sí por la pasión que irradia, entonces en las parejas de animales también se manifiesta eso que ella bien define como amor entre humanos. Al fin y al cabo, no dejamos de ser parte del reino animal y por ello todos debemos compartir todas las emociones. No es una mera hipótesis, es certeza que la tienes cuando ves las expresiones de un perro por ejemplo.
MAJ 2022

Marisa Berástegui dijo...

Gracias MAJ por tu comentario.Me alegra que te conmoviera. mucho después vi un vídeo donde un pez escupía a un insecto que estaba en una rama fuera del agua, lo que me hace pensar que el pecesito le escupió a los dibujitos de la corbata de mi ahora ex marido, pensando tal vez que eran insectos, aplicando esa técnica de caza.No lo hizo para llamar la atención.Sin embargo igual logró su objetivo que era comer.